La pandemia mundial que aún nos acompaña ha dejado claro que su impacto no ha sido igual en todos los sectores ni en todos los grupos de la población. Las personas más vulnerables —ya sea por el tipo de contrato, la falta de formación o las condiciones laborales— han sido las más afectadas. Sin embargo, este desafío también nos ofrece la oportunidad de superar barreras y encontrar nuevas soluciones.
Tras la publicación del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, se implementaron medidas económicas y sociales extraordinarias para mitigar el impacto del COVID-19. Estas medidas buscan evitar un impacto económico prolongado más allá de la crisis sanitaria, priorizando la protección de familias, personas autónomas y empresas más afectadas.